La asertividad es un término que está muy de moda en el mundo laboral y, especialmente, entre los directivos y las personas con responsabilidades dentro de una organización. Para muchos expertos, se trata de la cualidad que determina el éxito de un profesional. Sin embargo, se puede empezar a trabajar la asertividad ya desde la época universitaria, pues en realidad se puede aplicar al trabajo en equipo en general. Por ello, en este artículo te damos algunas claves sobre cómo ser asertivo con tus compañeros de clase y con las personas que te rodean.
Qué es y cómo trabajar la asertividad
Según el DRAE, una persona asertiva es aquella que “expresa su opinión de manera firme”. Pero los psicólogos y los expertos en liderazgo suelen concretar aún más, indicando que la formulación de esa opinión debe hacerse sin herir la sensibilidad de las otras personas, tanto en lo que respecta al contenido como al tono de lo expresado.
Algunos expertos consideran la asertividad como el término medio entre la pasividad y la agresividad. Quienes caen en la pasividad, lo hacen porque no se atreven a mostrar sus emociones, ya sea por vergüenza o por miedo a las consecuencias. Por tanto, dar el paso de expresar una opinión es un avance, pero nunca debe hacerse de manera irracional e hiriente, lo cual llevaría al otro extremo: la agresividad.
Cómo trabajar la asertividad para beneficio propio
Aunque hay personas que pueden tener esta cualidad más desarrollada, lo cierto es que no se trata de un don natural. Es decir: se puede trabajar la asertividad, ya sea de manera individual o con especialistas del coaching y psicólogos. Estas son algunas breves técnicas que se pueden poner en práctica:
- Para reafirmarse en una postura, se pueden recitar internamente los llamados “derechos asertivos” que te habilitan para ello: “tengo derecho a decir que no”, “tengo derecho a aspirar algo mejor”, “tengo derecho a solicitar un trato más justo”, “tengo derecho a no asumir las responsabilidades que les corresponden a otros”
- Argumentar claramente cada postura, siguiendo el siguiente esquema:
- Exponer breve pero claramente de los hechos
- Manifestar los sentimientos que derivan de esa situación
- Solicitar respetuosamente que se cumpla tu deseo, que debe ser realista
- Exponer las consecuencias relacionadas: negativas si no se procede como tú deseas y positivas si se sigue tu criterio
- Detectar cuándo la actitud de las otras personas se acercan a la agresividad y tener recursos para no caer en ese mismo error. Por ejemplo, saber plantear un receso para que la situación se calme y pueda ser retomada de nuevo con menor tensión
Ejemplo de comunicación asertiva en la universidad
En la universidad, el trabajo en equipo es un pilar fundamental. Y puedes encontrarte la siguiente situación no deseada: un miembro del equipo no rinde a la altura de lo esperado, sabedor de que otros miembros del equipo hacen su trabajo en su lugar.
En este caso, hay que buscar un término medio entre los dos extremos, que son:
- Pasividad: no decir nada y dejar que ese compañero se siga aprovechando del resto.
Mantener esta situación no solo es injusta, sino también inadecuada para la buena dinámica del grupo a medio y largo plazo - Agresividad: estallar, por culpa del hartazgo, lanzando reproches.
Aunque se puede considerar un arranque de sinceridad, podría provocar la ruptura de relaciones entre ese miembro y el resto del equipo
En cambio, una exposición argumentada de la situación, de los sentimientos grupales, de los deseos y de las consecuencias será una manera asertiva de afrontar el problema.
Cómo es una persona asertiva
¿Quieres saber cómo ser más asertivo? Estos son algunos rasgos de carácter que caracterizan a una persona con esta cualidad:
- Firmeza: como indicaba la definición del DRAE, este es el rasgo clave. Y esta firmeza no debe ser resultado del orgullo propio ni de la testarudez, sino de la convicción en lo que se está haciendo
- Empatía: ponerse en el lugar de la otra persona ayuda a desencallar muchas situaciones, puesto que a menudo pueden ser consecuencia del desconocimiento, de un malentendido o de otras cuestiones fortuitas o excusables
- Humildad: la agresividad está muy relacionada con la soberbia y la arrogancia, mientras que la humildad lo está con la asertividad
- Respeto: es una cualidad directamente ligada con la humildad
- Escucha activa y diálogo: “firmeza” no debe entenderse como “imposición”, sino en todo caso como voluntad para alcanzar un acuerdo sin renunciar a las propias convicciones
- Valentía para expresar las emociones propias: para ello hay que tener mucha seguridad en uno mismo, y en este post de “cómo lograr ganar seguridad en uno mismo” mostramos algunos consejos para lograrlo